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Gloria Lapeña

29 de enero 2018  / 19.30 / Cendeac / Espacio Biblioteca

Entrada libre y gratuita hasta completar aforo
 
 

 

 CONFERENCIA_ título y resumen                

 

Caminar la Historia. Reescribir la ciudad

 “Caminar la Historia. Reescribir la ciudad” se plantea como una reflexión, desde el ámbito de las Bellas Artes, en torno al concepto de ocultación en una doble vertiente: la historiográfica y la arqueológica. Dicha problemática, concretada en la ciudad de Murcia, es abordada por medio de la definición de un nuevo formato artístico, el álbum caminado, y su materialización en la obra artística “Tahta al-zará. Un sueño bajo la tierra”, que narra el exilio de una niña en compañía de su abuelo hacia Reino nazarí de Granada tras la rebelión y posterior derrota de los mudéjares entre 1264 y 1266El libro funciona como una invitación al lector a seguir los pasos de los protagonistas por Madinat Mursiya trasladados al casco antiguo de la ciudad de Murcia actual, guiándose por medio del mapa ilustrado de la sobrecubierta desplegable.

 Las posibilidades de trabajo del artista que se sitúa en los márgenes de la Historia permiten presentar, de una manera sutil y poética, unos hechos que no son ajenos a la sociedad contemporánea, como los fenómenos de gentrificación y migración, o el poder de la religión sobre la ideología del pueblo. 

Esta manera de abordar la Historia, anulando la línea del tiempo para fijarnos en los espacios, permite interrelacionar diferentes identidades y situaciones locales pertenecientes a distintas temporalidades a través de unos mismos imaginarios.

 A lo largo de este coloquio sentaremos las bases teóricas y mostraremos el proceso de documentación, estudio de campo y de elaboración del álbum caminado “Tahta al-zará”, así como la organización de otras actividades paralelas en el ámbito de la educación, con el objetivo de servir de apoyo a la reflexión y la discusión sobre los interrogantes que plantea el transcurrir circular de la Historia.

 

 

 

      BIO                                              

Gloria Lapeña (Murcia, 1989) es Doctora por la Universidad de Murcia y miembro del grupo Arte y Políticas de Identidad de la misma Universidad. Desarrolla su investigación en torno a las políticas de exclusión como reflejo del tejido vivo que moviliza la vida cotidiana en base a un pasado histórico más o menos reciente, y que aún persiste en la configuración de la ciudad, sus calles y sus arquitecturas. Su labor artística, ligada a su faceta investigadora, se circunscribe en el espacio urbano como receptáculo de memoria, narrado en torno a las historias paralelas a los grandes acontecimientos que ponen de manifiesto múltiples identidades soslayadas por la historiografía oficial. 

 

GUIA DE LECTURA GUIA DE LECTURA (PDF)

  Gloria Lapeña_ MIRADAS CERCANAS

 

 

           ENTREVISTA a Gloria Lapeña                                                                                       

¿Cuándo nació tu interés por el arte y tu deseo de ser artista?

Siempre tuve claro que quería dedicarme a algo relacionado con el ámbito artístico, así que he podido enfocar mis estudios hacia esa dirección desde el principio. Desde 2011 vengo realizando proyectos en los que abordo una serie de temas que me interesan y motivan, pero no me dedico profesionalmente a ello. Mi carrera está dirigida a la docencia e investigación en Bellas Artes, lo cual, paradójicamente, resta mucho tiempo para la creación personal. He trabajado como ilustradora freelance compaginándolo con mis estudios de doctorado, pero la verdad es que no llevo muy bien eso de dibujar por encargo.

 ¿Qué exposición, museo u obra concreta recuerdas haber visto que te impresionase y marcase?

 La exposición de Ana Juan “Dibujando al otro lado” en el Museo ABC de Madrid, en relación a los proyectos editoriales “Otra vuelta de tuerca” y “Snowhite”. En general, todo lo que viene ofreciendo este museo me parece muy interesante, pero esta muestra en concreto me llamó la atención porque abordaba de manera interactiva las obras expuestas por medio de la realidad virtual y la realidad aumentada. Aunque los gráficos eran para mi gusto una versión algo tosca de las ilustraciones de la artista, me hizo pensar en las posibilidades a largo plazo de expandir la narración mediante el uso de las herramientas transmedia.

 


¿Cuándo realizaste tu primera exposición? ¿Qué recuerdas de aquella primera experiencia?

Realicé mi primera exposición individual recién acabé el máster, en el Espacio ES/UM. Nunca había tenido a mi disposición un espacio tan amplio para mostrar mi trabajo, por lo que acabé sufriendo una obsesión absurda de horror vacui que me llevó a incluir obras que no formaban parte del planteamiento inicial. Quería retener al espectador el mayor tiempo posible dentro de la sala, mantenerlo entretenido, por decirlo de algún modo, y al final lo que conseguí fue transmitirle un mensaje confuso. Sin embargo, recuerdo la experiencia con cariño porque vino mucha gente a la inauguración, incluidos mis antiguos compañeros de carrera.

 ¿En tu formación qué ha sido más importante: la enseñanza reglada, lo que has ido viendo por tu cuenta, talleres, becas o encuentros con otros artistas?

Todo ha tenido su función. La enseñanza académica ha sido imprescindible para adquirir una base en dibujo, aprender el uso de programas de edición de imagen e iniciarme en la investigación en Bellas Artes. También ha sido importante integrarme en el grupo Arte y Políticas de Identidad, junto al que poder plantear proyectos. Las becas me han permitido realizar estancias en otros centros. En la Universidad de Roma Tre, por ejemplo, tuve la oportunidad de asistir al Curso de Arti Civiche que imparte Francesco Careri, y participar en un proyecto conjunto de lectura e interpretación del territorio. Por otro lado, para entender mejor el mundo del álbum ilustrado han sido muy útiles los talleres y jornadas del Festival Illustratour, donde pude aprender de ilustradores internacionales, conocer gente con intereses similares a los míos y contactar con editoriales.

 ¿En qué proyecto estás trabajando ahora?

Me encuentro trabajando en un relato ilustrado cuyo objetivo es presentar una lectura alternativa de la Historia medieval de la ciudad de Murcia, y que funciona como una invitación a seguir los pasos de los personajes protagonistas por distintos puntos de la ciudad, guiándose gracias al mapa de la sobrecubierta desplegable del libro.

La finalidad es dar a conocer de una manera atractiva el patrimonio arqueológico de nuestra ciudad y concienciar sobre la importancia de preservarlo. En relación al tratamiento de los restos árabes en los siglos XIX, XX y XX, participo como colaboradora en el proyecto “Genealogy of ideas Genius loci and accumulation of collective memories in Europe. A Socio-religious history” (Japan Society for the Promotion of Science and Tokyo University of Foreign Studies, Investigador Principal Dr. Tateishi).

 

¿Dónde te gustaría llegar como artista?

La verdad es que no tengo marcado un objetivo a largo plazo, simplemente intento disfrutar y aprender con cada cosa que voy haciendo. Por el momento me gustaría publicar mi libro y avanzar en los proyectos que tengo abiertos. Y poco a poco irán surgiendo nuevas metas.

 ¿Cuál es tu experiencia con el mundo del mercado y el coleccionismo?

Uno de los motivos por los que mi trabajo ha desembocado en la ilustración es que se me hace muy difícil deshacerme de un original. Mis últimos proyectos son obras de carácter narrativo que se presentan impresas en formato libro o postal. Es un arte asequible que cualquiera puede adquirir y disfrutar. En mi último proyecto utilizo distintas técnicas en diferentes soportes para elaborar cada ilustración, los escaneo, y compongo la imagen final en la pantalla del ordenador. Los originales han acabado siendo piezas individuales (manos, pies y cabezas de personajes, objetos, fondos, etc.) dibujados en fragmentos de papel que conservo guardados en carpetas.

 ¿Qué opinas del panorama del arte en la Región de Murcia?, ¿Qué cambiarias o harías para promover el arte joven?

En el ámbito público se ha avanzado con la creación del Instituto de las Industrias Culturales, que ha conseguido dar mayor visibilidad a los artistas e impulsar la producción mediante la financiación de proyectos. Lógicamente, pienso que habría que invertir más, abogando por un sistema de financiación similar al de los proyectos de tipo científico o tecnológico, aunque entiendo que es complicado. Algo sencillo que propondría es dejar de referirse a lo que hacemos con la etiqueta de “arte joven”, ya que implica devaluarlo de manera condescendiente. Detrás de muchos de los trabajos que se presentan como “arte emergente” hay años de dedicación.

 ¿Qué artistas te interesan o tienes como referente?

Me interesan aquellos artistas que abordan el espacio público como un entramado vivo y complejo, atendiendo a las necesidades específicas que demanda. Destacaría la labor de Rogelio López Cuenca, la manera en la que es capaz de detectar y poner en evidencia, de una manera irónica y al mismo tiempo poética, todas esas contradicciones sociopolíticas que la costumbre acaba haciendo invisibles a nuestros ojos. Dentro del mundo del álbum ilustrado admiro el trabajo de Shaun Tan, Rébecca Dautremer, Elena Odriozola, Gabriel Pacheco, Katsumi Komagata y otros tantos autores de libros que tengo en mi estantería y necesito releer cada cierto tiempo. En mi último proyecto aúno estos dos ámbitos (espacio público y álbum ilustrado), porque considero que la creación de una narración ilustrada es una buena manera de conectar con el ciudadano y conseguir que haga suyas las historias que esconde el legado arqueológico palpable.

 

 ¿Cómo te ves como artista dentro de diez años?

Al menos, con algo más de estabilidad laboral de la que tengo ahora.

 

 

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